sábado, 31 de agosto de 2013

Melancolia

Triste melancolía,
que inunda mi corazón,
que hace que mi mundo,
sea una sinrazón,
que hace que siga,
mi camino con desazón,
y que me ahogue,
en un mar de desilusión,
me turba,
me amarga,
me atormenta,
                                         me mata,
me transforma,
                 en un monstruo,
                                 en basura,
                                             puro residuo,
de lo que soy, fuí, seré, y pude ser,
y es algo que jamas,
llegaré a comprender,
como puedo hacer daño,
a los que no quiero perder,
como puedo ser tan idiota,
de herir tanto sin querer,
a quien me ama y me ha amado,
y ha hecho mi cuerpo arder,
de deseo,
de placer,
de lujuria,
de felicidad,
que me han elevado,
                          al cielo,
                                   al infierno,
                                               a la realidad,
a la eterna y dolorosa,
cruel y monótona realidad,
de que ser como soy,
y a volver a buscar la felicidad.

Ahora solo quiero irme a dormir,
y no volver a despertar...

jueves, 29 de agosto de 2013

El Milagro de la Creación

Dios, como me gusta cuando me sale música de la nada y convierte una noche aburrida en una productiva. Siempre ha sido un misterio para mí, pero siempre que ocurre, me cambia el humor completo del día. No sé si siquiera como surge. Estás tan tranquilo sentado en tu cama, rasgueando tu guitarra, sin preocupaciones, con tu mente absorta en mil pensamientos, y repente: ¡PUF! Te ves tocando una frase que hace dos segundos no estaba ahí, pero que siempre ha estado ahí. Y ahora se materializa, y llama y atención. La repites una y otra vez. Tu excitación aumenta. Pruebas diversas combinaciones de acordes para continuar la canción y al segundo intento, ya tienes el puente y el estribillo. Magia. Pero aun viene lo mejor. Te dices a ti mismo: Vamos a ponerle letra.

Te sientas delante de tu ordenador, abres la carpeta donde tiene acumulados meses y meses de letras, experimentos, sentimientos, y vomiteras intelectuales, en busca de algo que pueda cuadrar. E inmediatamente, tus ojos se fijan en un título. E instintivamente lo abres, y empiezas a leer. Y empiezas a cantar. Y cuadra. No a la segunda, ni a la tercera ni a la cuarta. Si no a la primera. Que va, ni a la primera, instintivamente ya sabias que esa ERA la letra. Si como cuando la escribiste tuvieses muy vagamente en tu mente, rodeada de niebla, las melodías y estructuras que ahora han surgido de ti. Y cantas. “uy, esto aquí no cuadra, pero si lo pongo antes, y aquí añado un verso...” y zas! Todo encaja. A la perfección, sin calentamientos de cabeza, sin pausas. Como un torrente de agua que ha roto la presa que la retenía y se abre camino sin dilación. Siempre ha estado ahí, siempre ha estado dentro de ti esa canción, simplemente ha salido a dos tiempos, pero desencadenadas por un mismo sentimiento mezzo-melancólico.

Eso señores, es el milagro de la creación. Milagro, sí. Yo sigo pensando que es un milagro el poder sacar cosas tangibles de la misma nada, dar forma a la niebla que envuelve la conciencia personal y colectiva de todos y cada uno los seres humanos, y lo más importante: inspirar a los demás. Hacer Arte de esa niebla. A veces este don de poder hacer dichos milagros pesa como una losa, pero cuando fluye y funciona… ufff! Hay muy pocas cosas comparables en satisfacción cuando creas algo que de verdad vale la pena.

Milagro… Según la moral cristiana, debería ser santo ya. El proceso de canonificacion indica que para hacer santo a alguien se tienen que demostrar mínimo 3 milagros. Yo llevo bastantes más ya. Es más, según esta moral, gente como Sheakpeare, Cervantes, Lorca, Kerouac, Ginsberg y más recientemente, Bob Dylan, Pete Townshend, Jimi Hendrix, John Lennon, Paul McCartney, Kurt Cobain y muchos que me dejo, deberían estar santificados. Algunos de ellos incluso, por mérito propio, deberían ser nombrados apóstoles o Arcángeles. Aunque bueno, yo puedo apuntar, e incluso afirmar, que he visto y oído a Dios. Lo hago cada vez que enciendo mi reproductor de música. Se llama Bob y es Judío. Curioso, ¿verdad?



lunes, 19 de agosto de 2013

Si me dejara llevar...

Tienes nombre de musa y cara de ángel,
el pelo como el mar en noche de tempestad.
Tu voz me llega al alma con tal rotundidad...
Se que me atraparía para toda la eternidad...

Y me inundaría de felicidad...
Simplemente me haría elevar...

Si me dejara llevar,
ay, si me dejara llevar,
al cielo podría llegar.

Eternidad en tu mirada,
fragilidad tras la mía,
la soledad que sentía,
has borrado de una tajada.

Lástima que no durara nada...
Una nada que me hizo elevar...

Si me dejara llevar,
ay, si me dejara llevar,
al cielo podría llegar.

Contágiame de tu eternidad,
aunque solo sea por un segundo,
me harás sentir que este mundo,
ha dejado de ser un lugar inmundo.

Déjame ser tu amante trotamundos...
Al fin del universo te podría llevar...

Si te dejaras llevar
ay, si te dejaras llevar
al cielo te haría llegar.