domingo, 27 de abril de 2014

Cruce de Caminos

Levanto la mirada,
y me dejas parado,
abres la boca,
ya me has desarmado.

¿Quién soy yo para girar la cara,
a quien viene entonando buena palabra?

Pareces una viuda, vestida de negro
con los mismos ropajes que yo llevo,
pero yo los llevo en blanco viejo.
Y ahora dime, ¿por qué estás de duelo,
si tu gozas de lo que yo tanto anhelo?

Tu risa es nerviosa,
y tus manos tiemblan,
una lagrima brota,
tus defensas quiebran.

¿Tanto me echas de menos? Venga va, no está de más,
que coja y me suba contigo y te acompañe hacia dónde vas.
Y aunque sea por un rato pensar que no te has ido,
y que esto no es nada más que un encuentro fortuito.

Y canciones que mágicamente,
me vienen a mi loca cabeza,
y que hacen mágicamente,
algo precioso de este momento.
Me siento a tu lado y te digo:
¿Que tal, Lico Manuel, que tal?
Que cansado que estoy.
Ahora mejor es olvidar...


Como quería, deseaba y necesitaba ese abrazo.

jueves, 24 de abril de 2014

La Copla (no)Redonda




Un poeta flamenco,
pedía en una canción,
que alguien escribiera,
un verso de su petición.

El cantaba sobre los mares,
ríos, valles y montañas,
tierras cálidas del sur,
tierras frías extrañas.

Y yo ahora me dispongo,
a intentarle contestar,
rompiendo esta copla,
me dispongo a contestar.

Desde el pico más alto,
hasta el abismo más profundo
desde la cuenca mas húmeda,
hasta un campo de difuntos,
desde una llanura de seda,
hasta la acequia más honda,
este mundo no es más que,
una enorme piedra redonda.

El hombre siempre mira,
con par de ojos vendaos,
se baña en agua fría,
y se cree saberlo todo.

Tanto mirar al cielo,
y no conoce su casa,
animal de soberbia,
ven y déjate de guasa.

Y yo ahora me dispongo,
a intentarte enseñar,
rompiendo esta copla,
me dispongo a contestar.

Desde el pico más alto,
hasta el abismo más profundo
desde la cuenca mas húmeda,
hasta un campo de difuntos,
desde una llanura de seda,
hasta la acequia más honda,
este mundo no es más que,
una enorme piedra redonda.

domingo, 20 de abril de 2014

Un Ángel Como Tú












En la vida uno se encuentra mucha gente. Necios que se creen sabios, sabios que son conscientes de ignorancia universal. Idiotas con carera y dos masters, cajeros de supermercado con la clave de la paz mundial. Emperadores que hacen arder su reino en llamas, que aman a hombres en secreto, que conquistan solo con llegar a un lugar, gobernantes que escriben su nombre con sangre, con amor, con odio, con muerte, con grandeza. Ladrones que roban para no morirse de hambre y cerdos que sueñan con limpiarse el esperma de su falo al masturbarse con el dinero del contribuyente. Zorras que te dicen “te quiero”, a la semana te dejan y la semana siguiente ya quieren casarse con su nuevo novio y santas que solo reciben palo tras palo porque no saben hacer otra cosa que creer ciegamente en el romanticista amor romántico. Chulos que ven a las mujeres como un marcador que hay que aumentar, y pobres diablos que dan su alma a una chiquilla a cambio de nada y reciben una puñalada con nocturnidad y alevosía. Niñas que se creen mujeres y mujeres que lloran como niñas. Niños que se creen hombre y hombres que aman como niños. Pero al final todo se resume en bueno y malos, ying y yang, cielo e infierno. En la vida uno se encuentra de todo, pero sobre todo persona. Buenas o malas personas. Y después están los ángeles como tu. Y después están los ángeles como tú.  Te conocí en aquel prado, tu cabello moreno ondeándose al viento, tu sonrisa daba vida a las flores. Corría tras de ti, de tu vestido blanco moviéndose al ritmo de tu andar, como si bailaras flotando en el aire. Te giraste y me miraste, tus ojos me cautivaron, eres un ángel caído del cielo sin alas,  la que da sentido a la palabra bondad.  Tan frágil,  tan inocente, llena de vida. Para cualquier persona podrías ser una más,  pero para mí eres aquella luz que ilumina mi oscuridad, tan diferentes somos... Pero los polos opuestos se atraen ¿no? Eres aquél ángel capaz de cambiar la vida de cualquier persona y por suerte me ha tocado a mí. Eres la luz alumbra mi existencia. Sin ti el mundo es negro y solitario. Paseo por las calles oscuras y desiertas, acompañando mi corazón, tan vacío y frío como el aire que recorre mi piel. Las únicas luces que relucen son las de la farola, todo está en silencio, no hay risas al pasar. Sólo encuentro gente tan sola como yo, los bares llenos de gente dónde ahogan sus penas, vagabundos intentando dormir sobre trozos de cartón. Me abrazo a mí misma recordando lo que había pasado por esas calles, lo iluminada que se sentía a pesar de haber oscuridad dándole un toque íntimo, especial. Y ahora no queda nada, hasta el aire hiela mis manos, mis sentimientos. Supongo que todo varía según como veas las cosas y desde que punto de vista, lo único que me arropa ahora es la soledad que decide quedarse durante un tiempo a hacerme compañía ¿Irónico? La soledad es aquella que te acepta tal como eres, la que está contigo cuando todo está inestable y la que te ayuda a conocerte mejor. En algunos momentos de nuestra vida necesitamos centrarnos en esta soledad que nos despeja la mente, que hace poner en marcha el motor de nuestro cerebro. Noches como esta puedo decir que nadie está solo, va con su yo – interior sin saberlo, el que le acompaña allá donde vaya y el que le acepta tal cuál es. Aprovecha esas noches en que la reina de los cielos es la luna llena y déjate llevar, comprende tus miedos e inseguridades, deja que un ángel te acompañe en silencio y conócete, quiérete y valórate.


Texto hecho a medias con la gran Gisela Moreno. Un placer escribir contigo!


viernes, 18 de abril de 2014

Que Pequeño Es El Mundo







Que pequeño es el mundo, verdad?
Dicen que es un pañuelo,
lleno de gérmenes y virus,
peleándose todos en duelo,
por ser los únicos en procrear.

Y tu no apareces por ninguna parte.
Será que este infinito universo,
es demasiado pequeño para los dos?

Te escondes con ferocidad,
pero vas dejando pistitas,
ahí donde el mundo es mezcla,
de realidad, datos y citas,
para que lea sobre tu infelicidad.

Tan pequeño es este mundo,
que te oigo llorar desde mi cama.
Pero no puedo secar tus lágrimas...

Tan lejos y tan cerca...
Tan normal y tan extraña...
Pero sabes, te voy a contar un secreto:
Que bien se está en esta noche de verano,
aquí en Tallers saboreando mi rico helado.
Pero sería mejor si hoy durmieses a mi lado...


lunes, 14 de abril de 2014

Love - Hate (Microrelatos)














Pequeña colección de Micro-Relatos (Relatos de 100 palabras o menos) sobre Amor, Odio o ambos a la vez. Todo hechos por miembros y originalmente publicado en el grupo de Facebook “Beta-Readers en Español” (https://www.facebook.com/groups/658876257513446/).
Espero que os guste!


Rosiel DunLaoghaire

Las seis de la mañana. No paraba de mirar el techo enmohecido. La brisa de la ventana me ponía la piel de gallina, me recordaba a ella. El roce de su piel, su mirada, los cabellos morados y el brillo de sus pendientes. Inspiré hondo. Podía notar su olor en las sábanas y el movimiento ajetreado de la noche anterior. Me sonrojé, fue sin querer. Tanto como el beso de regalo en su mejilla al despertar – Buenos días, hermosa – le dije mientras empezaba el último día de nuestras vidas en un país donde nuestro amor estaba condenado a muerte.

Tenía los músculos faciales en tensión, mis dientes chirriaban. Era una situación que no soportaba. Podía ver como, tú, una persona incapaz de razonar, me daba lecciones a mi de humildad. Una persona que era famosa por su egocentrismo, por su ropa llamativa y su estridente voz. Tú. Que jamás habías tenido la decencia de preocuparte por los demás. Tú. Que la única preocupación que tenías era extender las manos para recibir dinero. Me levanté de la silla. No soportaba una familia así. Una en la que sólo por ser mujer tuviera que callarme. Pudríos.


Gisela Moreno

Y ahí estabas mirándome por encima del libro y aquí estoy yo esperando una señal, un te quiero, una caricia. Pero sé que no pasará, el muro que se levantó hace tiempo entre los dos no se quebraja. Tú te adentras en tus historias y yo sólo busco adentrarme en tu boca.

Recuerdo el último te quiero que salió de tus labios, tan tenue, tan frío. Como quien deja las maletas en un taxi y los recuerdos en su estancia, con la diferencia es que mi estancia se fue en aquél taxi. Con nuestras ilusiones, nuestro amor, nuestras noches de pasión, con nuestra juventud. Se fue todo tan rápido como la caricia que me regalaste al irte y yo aquí estoy, haciendo todo lo que me regalaste algo eterno.

Jamás me imaginé que mi corazón volvería a latir, apareciste de casualidad, sacado de mis versos, de mis pensamientos. Eras como una estrella que surgía del fondo de mi alma, como príncipe que viene a salvar a la princesa, como rosal sin espinas como chica perdida. Lo que siento por ti es tan especial que sólo lo puedo asemejar a un sueño, un sueño del que no quiero despertar.

Recuerdo aquella noche en la que me besabas sin descanso, sólo existíamos nosotros dos bajo la luz de la luna. Dónde nuestros labios tenían el trabajo de devorarse, donde nuestras manos eran fieles servidoras de nuestros latidos descubriendo y redescubriendo nuevos rincones de nuestra piel. La ropa se esparcía por el suelo de la habitación, de la cama, donde no dábamos tregua a nuestra imaginación, donde sólo se escuchaba nuestra respiración. Se ahogaban nuestra voces, sabíamos que sería nuestra última noche, el reloj marcando las horas y nosotros marcando nuestras almas. Marcando de recuerdos de una habitación de hotel, de dos corazones, de un cuerpo al son de las agujas del reloj.

Cisco Jaime Sánchez

¿Sabes? Sé que me vas buscando en cada esquina, en cada parada de metro y sobre todo en esa estación en la que tantas veces nos hemos besado esperando el tren que nos iba a llevar a dar un paseo, a trabajar, hacer el amor e incluso pisemos un muerto. Pero tú prefieres girar la cara y salir corriendo, como si no supieras quien soy. Quizás sea cierto, ya que como tanto te gusta cambiar de persona, ya no sé si eres tú o eres otra. Pero sé que en tu casa suena una canción de tu querido Manolo: “No me acostumbro a estar sin ti”.

Oscar Ibáñez Vicente

Monstruo. Ni el abismo permitiría tu llegada, ni los siete infiernos te acogerían calurosamente, ni el mayor de los asesinos, ni el rey de los ladrones, beberían o comerían en el banquete que nadie celebraría por tu éxito. Porque no hay éxito o gloria en ti. Solo ruina, basura, desechos inherentes a tu no ser, a tu no existencia, que es a lo único que podrás aspirar. No solo aplastaré tu cuerpo, sino que destrozaré tu alma y mandaré al vacío a tu podrida mente. Tu destino está inevitablemente escrito: Tú eres mi muñeca y yo te voy a romper.

Jose Manuel Mauriz Mellado


Quiero amarte violentamente, sin amor. Quiero que nos quememos en nuestro propio fuego. Quiero lamer tus lágrimas derramándose por tus mejillas agrietadas. Quiero que este momento sea eterno, que nunca olvides este instante de puro placer y dolor. Que mi mirada de asco se mezcle con mi sonrisa cansada de satisfacción. Que recuerdes el momento de mi marcha. Que ansíes que no vuelva y a la vez desees que esté ahí. Que sepas que no hay nada más bello y más autodestructivo que lo nuestro. Te odio, amor mío.


martes, 8 de abril de 2014

Mientras Duermo




Vuelo alto mientras duermo,
enfrente mío tengo al memo,
al cual he de lograr inculcar,
la idea del efecto eterno.

Vuelto alto mientras duermo,
y me atacan militares de tristeza,
cuando en el hotel el chico me espera,
y yo intento hablar sin torpeza.

Vuelo alto mientras duermo,
el joven ahora está ciego,
intentando recordar su soga,
que bien manipula el miedo.

En mi mano la peonza gira sin parar,
estoy cansado ya de tanto caminar,
no se si al final el horizonte llegará,
ni siquiera sé si mi camino es real.

Vuelo alto mientras duermo,
viajamos todos en furgoneta,
y en el hotel todos reunidos,
atentos a que suene la trompeta.

Vuelo alto mientras duermo,
la furgoneta cae por el puente,
atados en el ascensor esperando,
que el memo abra su corazón fuerte.

Y yo estoy en el limbo,
te lloro y le buscó,
y todos caemos.

En mi mano la peonza gira sin parar,
estoy cansado ya de tanto caminar,
no se si al final el horizonte llegará,
ni siquiera sé si mi camino es real.

Miro bien alto mientras llego,
a la casa que deje tiempo atrás,
ahora se que vuestros ojos son verdad,
mis niños, no volveré a marchar jamás.

En mi mano la peonza ha dejado de girar,
por fin se acabó este largo caminar,
no se si al final el horizonte llegará,

pero ahora sé que mi camino es real.


sábado, 5 de abril de 2014

All Apologies






What else should I be?
All apologies.
What else should I say?
Everyone is gay.
What else should I write?
I don't have the right.
What else should I be?
All apologies.

In the sun, In the sun, 
I feel as one,
In the sun, In the sun.

Married, buried!

I wish I was like you,
Easily amused.
Find my nest of salt,
Everything is my fault.
I'll take all the blame,
Aqua seafoam shame.
Sunburn with freezer burn,
Choking on the ashes of her enemy.

In the sun, In the sun, 
I feel as one,
In the sun, In the sun.

Married, buried!

All in all is all we are...


jueves, 3 de abril de 2014

La Vida Siempre Te Va a Poner En Tu Sitio





Da igual que seas un trabajador honrado,
o mires a los vagabundos con desagrado.
Da igual que tu vida sea cristiana y pura,
o que te dediques a la práctica de la usura.
Da igual que seas una arpía rompecorazones,
o el típico payasote calvo tocacojones,
que la vida siempre te pone en tu sitio.

Para bien o para mal, con o sin previo juicio,
la vida siempre te acaba poniendo en tu sitio.

Da igual que por vaga no te hayan dado la beca,
o que para estudiar tengas que matarte a currar.
Da igual que te pases la vida en la biblioteca,
o que la rubia para triunfar solo tenga que chupar.
Da igual que seas un intento de prepotente erudito,
o que ganes miles de euros con rascarte el pito,
que la vida siempre te va a poner en tu sitio.

Para bien o para mal, con o sin previo juicio,
la vida siempre te acaba poniendo en tu sitio.

Da igual que seas una predicadora de la paz,
o un político mentiroso de voluntad rapaz.
Da igual que te creas la nueva estrella del rock,
o que seas un bardo callejero que malvive de su arte.
Da igual que tu único placer sea un consolador,
o que tengas cada día uno nuevo al que tirarte,
que la vida siempre te va a poner en tu sitio.

Para bien o para mal, con o sin previo juicio,
la vida siempre te acaba poniendo en tu sitio.

Da igual que sea un buen padre de familia,
o un perro del gobierno disfrazado de policía.
Da igual que vayas de niña buena pija y morena,
o que seas ardiente y dulce mujer de roja melena.
Da igual que dejes a tu novio por su mejor amigo,
o que te vayas con otro y recién le des un hijo,
que la vida siempre te va a poner en tu sitio.

Para bien o para mal, con o sin previo juicio,
la vida siempre te acaba poniendo en tu sitio.